Asesoramiento gratuito a pequeñas empresas

Estamos aquí para ayudarte

 

Si alguna certeza tenemos, es que nada es ahora lo que era antes.

¿Qué pasará con nuestros establecimientos nuevamente abiertos? ¿Abro o me espero a ver qué le pasa a la competencia? Y la pregunta más difícil para hacernos frente a un espejo, ¿qué pasará conmigo, con mis hijos, con mis trabajadores, si no soy capaz de salir adelante? Estas preguntas me las tuve que hacer en el año 2009, en plena tormenta perfecta de crisis de ventas y sin crédito en los bancos, con una inversión de tres millones de euros en una fábrica nueva que no sabía cómo iba a pagar. La historia es larga y, ahora, lo que quiero es contarte parte de lo que aprendí con esta experiencia que cambió mi vida. Por supuesto, no se trata de los “nueve escalones para alcanzar el éxito” ni chorradas parecidas. Intentar salir bien de esta crisis va a requerir muchísimo esfuerzo tuyo y de los que te rodean, trabajen contigo o no, pues tendrán que apoyarte y ayudarte.

1. Haz deporte y cuida tu alimentación: caminar, correr, spinning…, lo que te guste.

Con lo que tenía encima, como comprenderás, no dormía, apenas comía, no tenía ganas de nada y los nervios estaban a flor de piel, lo que provocaba enfadarme con el primero que me decía ―Hola. Me apunté a nadar en un complejo deportivo y empecé a mejorar mi estado de ánimo, podía descansar mejor y tenía apetito. No descubrí nada, ya lo decían los romanos “Mens sana in corpore sano”. No puedes escalar una montaña sin estar físicamente preparado.

2. La cabeza es una lavadora dando vueltas, llena de pensamientos, a veces, de reproches.

Hay que ordenar las ideas y para ello la mejor solución es poner por escrito todo lo que se te ocurra. Es una forma de parar los pensamientos que no dejan de fluir, que nos impiden descansar, y centrarnos en lo que más importa. Escríbelo, déjalo reposar y dale una vuelta más tarde.

3. Vigila muy de cerca cómo te hablas.

Esa vocecita interior que nos martillea, muchas veces de manera negativa, hay que acallarla. Bastante tenemos con pelear contra los elementos como para tener que pelear contra nosotros mismos. Quiérete y cuídate mucho, eres lo mejor que tienes.

4. Admite exclusivamente la información estrictamente necesaria para las decisiones que tengas que tomar.

Nada de escuchar las noticias, políticos, agoreros y negativistas. Filtra toda la información y quédate con lo imprescindible.

5. Levanta la mano y pide ayuda si la necesitas, no pasa nada.

SOS4PYMES te ofrece gratis algo por lo que yo hubiera pagado: un equipo humano extraordinariamente formado para asesorarte gratuitamente en las áreas en las que puedas necesitar apoyo. La vergüenza no sirve de nada, pide ayuda a profesionales que están dispuestos a ofrecerte su conocimiento y experiencia. No te sientas sol@.

6. Nos dirigimos hacia un territorio nuevo, no sirven los mapas que tenemos.

Si me voy a adentrar en un nuevo territorio y no me sirve el mapa que tengo debo comprobar minuciosamente los recursos con los que cuento: agua, alimentos, linterna, ropa… En la empresa es lo mismo, pero lo llamamos de otra manera: clientes, liquidez, stock, plazo medio de cobro, de pago, proveedores de confianza, recursos humanos…

7. ¿Puedo atravesar el nuevo territorio con garantía de éxito?

La garantía de éxito no la tiene nadie, fíjate lo que ha pasado. Conozco a empresarios de éxito que han perdido sus negocios y no han hecho nada malo, simplemente la ola les ha pasado por encima y no han podido salir a flote. Las preguntas del punto 6 te darán una pista para saber si puedes atravesar un desierto o solo cruzar la calle. Otra lección que aprendí es que los negocios están para hacerlos crecer, para venderlos o para cerrarlos.

8. ¿Qué quiere mi cliente?

Esta es para mí una de las preguntas más importantes que debemos hacernos. A veces, creemos saber que quiere el cliente, pero realmente no lo sabemos. No basta con preguntárselo, porque probablemente nos diga lo que queremos escuchar, hay que observarlo y ver su comportamiento, anticiparnos a lo que nos va a pedir.

9. Escucha tu corazón.

A lo mejor te parece una tontería, estoy absolutamente convencido de que sentimos más allá de la razón, pero para descubrir la intuición tenemos que acallar el ruido exterior y la vocecita machacona interior. En el fondo sabes lo que es correcto, hazlo. La mente nos muestra, lo busquemos o no, aquello que cree que nos puede interesar. Por este motivo, cuando nos compramos un coche, acabamos de ser padres y paseamos el carrito del bebé o nos rompemos un hueso y llevamos escayola la mente nos muestra coches iguales, más bebés y padres empujando carritos y, por supuesto, más escayolas; porque piensa que es información relevante para nosotros.

Tienes la libertad de elegir, tú decides lo que quieres ver cuando caminas por la calle o te alimentas de noticias y redes sociales: negocios saliendo adelante o cerrando sus puertas.

No lo dudes, en SOS4PYMES estamos para ayudarte GRATIS.

Guillermo Ramos

Personas y Empresas